Me venía acumulando el cansancio corporal, y especialmente también me faltaba algo porque ya no pude sentarme para meditar, así mis sentimientos y pensamientos también fueron medio desordenados... Especialmente mi espíritu reclamaba saciarse por lo divino, y Dios me respondió de una manera maravillosa.
(siendo un día de la semana, llenaba el patio la multitud de 600 a 800 personas para vivir la misa carismática.)Fui al Colegio Roque para participar de la misa que comenzaron los miembros de la comunidad de Convivencia a las 20hs. Me preguntó una amiga, "¿Cómo estás" y pude responderla solo "estoy muy flojo" nada más. Y no sabía si iba a concelebrar o no. Pero por algo será, subí inconcientemente al altar del Señor. El que presidía fue P. Juan Winkler, nuestro cohermano alemán.
Debe ser la obra de Dios que pude estar allí. Me dio la luz en el entendimiento, en la voluntad, en el sentimiento, también me mostró el Señor su presencia(Shekhinah) a través de la contemplación de la alabanza de Madre María.
Liberado de la angustia y la onda floja por la misa, llevé una familia que es muy importante para mi vida espiritual a su casa como chofer. Y luego, compartimos la pizza y nos reímos un buen rato. Es de la familia de Convivencia. Que el Señor sigue guiando esta familia para poder animar a los que buscan la vida en unión con Dios para llevar la Buena Nueva en medio de este mundo.
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