Saliendo de Santa Rita, tomé el camino hacia Aristóbulo del Valle. Por el camino de Mavalle vi una obra de construcción dónde había una escuela que visitaba muchas veces. Estacioné un ratito el auto y fui a curiosear un poco. Resulta que está construyendo un edificio para la secundaria que no cabe más en las salas viejas. Me alegró tanto al ver el crecimiento de los espacios educativos.
Así aproveché visitar una pareja que vive cerca de esta escuela que son animadores en la litúrgia y muy entregados para la misión de la Iglesia. Que el Señor los bendiga...
Cuando pasé por la parroquia de Aristóbulo, estuve medio apurado contando el tiempo para llegar a tiempo a la ciudad donde comprometí llegar a las 9hs, pero me dijeron que dio a luz un bebé una chica que fue catequista en la comunidad de San Francisco perteneciente a esta parroquia y pedía que yo la visitase, entonces por unos segundos de bendición nada más pero fui al hospital para visitarla. Qué el Señor los ayude a vivir en santidad...
No hay que correr muy rápido en la ruta, pero el aguja del velocímetro no anduvo por eso no sé con qué velocidad anduvo el auto. Así llegué a tiempo (1 minutos antes del horario citado) para encontrar al párroco de Puerto Rico. Pedi su consejo para la pastoral vocacional porque él la hacía antes tanto animador como formador. Me iluminó con su experiencia y su idea maravillosa. Qué lindo tener cohermano que pueda brindar el proyecto para el bien.
Y aproveché a visitar el colegio de las hermanas misioneras Siervas del Espíritu Santo que está frente a la parroquia. Allí pude ver una amiga de antes (cuando era seminarista todavía) enseñando filosofía en este colegio. Qué lindo ver amigos que realizan su trabajo como vocación.
Al mediodía, llegué a una familia que venimos compartiendo las Convivencia con Cristo para almorzar. Que el Señor bendiga su vocación de crecer como una familia evangelizadora.
Quise llegar a la parroquia de Gobernador Roca para hablar con su párroco del tema de los votos perpetuos de nuestro cohermano oriundo de esta localidad, pero no pude verlo, entonces ofrecí una oración en la ermita de Nuestra Señora de Czestochova que está junto a la parroquia
Luego de dar vuelta a Oberá de nuevo para dejar una cosa, al fin llegué a nuestra casa y celebré la misa vocacional. Después compartí un ratito con los chicos del equipo timón de la Pastoral Juvenil de la parroquia de Fátima que reunían para concretar las ideas para la vigilia de Pentecostés.
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