28 de mayo de 2009

Oración de Conversión


Señor, ten piedad de mí...

No sé cómo pueda yo atrevido nombrarte 

y dirigirme a ti habiendo pecado...

Mas sostenido por la intercesión de Santa María, Madre nuestra,

Te pido tu misericordia para volver a la libertad del Hijo de Dios.

 

Ay, Señor, Tú me manifestaste tu paciencia conmigo

Y ya me perdonaste tantas veces,

Pero esta vez, he pensado que por tu gracia tan grande

No iba a caer en la misma tentación.

 

Creí que me sanaste totalmente el vicio de mismo pecado, 

me comprometí,

Y…

 

Me acuerdo del Rey Saúl que por su desobediencia buscó a la hechisa,

Así Tu Espíritu se apartó de él...

Hoy temo, hoy yo temo de que te vayas.

Ay, Señor, no te apartes de mi.

Temo tu presencia en medio de pecado.

Pero mucho más temo por tu ausencia en mi vida.

 

¡Qué horrible! ¡Horrible! ¡¡¡HORRIBLE!!!

¿Cómo pude atreverme hacerlo?

Estuviste advirtiéndome en medio de la tentación,

Tú me manifestaste tu presencia tan cercana para no caerme.

Pero yo apagué la luz interior y la exterior que permita ver tu rostro

E inventé la oscuridad para no verte, para no serme visto...

Y me dediqué mi tiempo para quedarme en el abismo del pecado, 

abusando tu misericordia...

 

Pero hoy me arrepiento de todo corazón...

Hoy,

Ay, otra vez pronuncio misma palabra 

que otro momento también dije de todo corazón.

Pero hoy con el Temor nuevo que ya Tú mismo me ayudaste tener,

Te pido que tenga piedad de mi.

 

María, Madre nuestra, ruega por mí, 

a este miserable, cobarde, indeciso, abominable,

Ah, María, Madre Santa, ruega por mí,  a este impuro, soberbio, 

y después de todo,  arrepentido.

 

Ven, Espíritu de Sabiduría, que yo sepa vivir sabiendo bien tu voluntad.

Ven, Espíritu de Inteligencia, que yo pueda releer verdader sentido de tu Palabra dirigida a mí y al mundo lleno de confusión.

Ven, Espíritu de Ciencia, que pueda discernir las realidades que nos rodea descubriendo los misterios de cada detalle.

Ven, Espíritu de Consejo, que yo esucuche tu enseñanza verdadera y orientado por ella pueda dar los consejos puntuales y concisos a los hermanos.

Ven, Espíritu de Fortaleza, que aunque me presiona el Acusador, yo pueda estar de pie para ser instrumento de tu Presencia.

Ven, Espíritu de Piedad, que nunca pierda el corazón que se dirija a ti, y contigo a los más pequeños.

Ven, Espíritu de Temor de Dios, que pueda crecer más y más con el corazón alerto y atento en tu Amor.

Ven, Espíritu Santo,

Ven, Espíritu Santo,

Oh, Ven, Espíritu Santo,

Y quédate conmigo y por mí y por tus servidores, con el mundo.

Ven, Espíritu Santo,

Y lleváme al Sacramento de la Reconciliación de la manera auténtica,

Ven, Espíritu Santo,

Ven, Espíritu Santo…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario