Dios Amor, Dios Familia, Tú que nos diste en la Sagrada Familia de Nazaret ejemplos de valores y virtudes domésticas.
Enséñanos a imitar su santidad, humildad, servicio, silencio y trabajo.
Permítenos encontrar apoyo y fortaleza en nuestros hogares.
Guíanos con tu Espíritu a través del camino de la Fe, la Esperanza, el Amor, la Oración, la Justicia y la Paz, ya que sólo Tú ves en lo secreto de nuestros corazones.
Reaviva en nuestros corazones el Espíritu Misionero, para ser auténticos ‘jóvenes Misioneros junto a la Familia de Nazaret,’ en lo cotidiano de nuestras vidas: para mayor Gloria de Dios en el Servicio a nuestros hermanos. Amén.
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